Hibernando

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Según el DRAE:
hibernación
Del lat. hibernatio, -ōnis.

1. f. Estado fisiológico que se presenta en ciertos mamíferos como adaptación a condiciones invernales extremas, con descenso de la temperatura corporal hasta cerca de 0° y disminución general de las funciones metabólicas.

2. f. En animales, tanto vertebrados como invertebrados, sueño invernal.

3. f. Estado semejante a la hibernación de los animales que se produce en las personas artificialmente por medio de drogas apropiadas con fines anestésicos o curativos.

Si bien no he alcanzado una temperatura corporal de cero grados (y mis funciones metabólicas se encuentran bien, gracias), ni se me han aplicado drogas anestésicas de ningún tipo, últimamente he estado en una relativa hibernación, razón por la cual hace bastante tiempo que no actualizaba este blog. Aunque conseguí escapar un poco del invierno boreal al pasar varias semanas en Costa Rica, al regresar a Alemania transcurrían varios días de temperaturas bajo cero (lo que es suficiente para que la prensa empiece a entrar en pánico por "las condiciones siberianas", aunque hay que decir que el invierno aquí es bastante suave si se compara por ejemplo con el norte de los EEUU o Canadá), y más recientemente hemos tenido un par de lindos días con nieve. Al venir de una zona tropical, no estaba acostumbrada a que el año tuviera cuatro estaciones, pero es algo que en más de una década fuera de mi país he aprendido a apreciar: cada estación tiene su encanto. Por supuesto, esto no significa que por ahí de mediados de febrero no estemos un poquito hasta la coronilla de tanta belleza invernal...

Una escena de invierno en los campos cercanos.

Como la naturaleza todavía duerme, hay menos que hacer en el jardín y casi no hay plantas; lo que significa que puedo tomarme un descanso y disfrutar la nieve por unas semanas antes de comenzar de nuevo a limpiar y preparar el invernadero, y a hacer semilleros dentro de la casa para sembrar afuera en primavera. 

En noviembre puse fibra de coco en las macetas para proteger las raíces de las plantas y ayudarlas a resistir el invierno. Algunas ya tienen pequeñas yemas: también esperan con ansias la primavera.

La casita no tiene inquilinos permanentes, pero ha sido lindo ver como algunos pájaros la usan como refugio temporal en los días fríos.