Llegó la primavera

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Este año la primavera llegó con gran ímpetu, y la semana santa nos trajo sol y temperaturas superiores a 20 grados centígrados. El hecho de que hace aproximadamente una semana el termómetro todavía se acercaba a cero en las noches parece un recuerdo del pasado más lejano, y si bien aun es posible que las temperaturas bajen (al menos hasta que hayan pasado los santos del hielo), el pronóstico para la próxima semana es igual de soleado.

Esto significa, por supuesto, mucho trabajo en el jardín; y pocas cosas me hacen más feliz. El invernadero está ocupado por plantitas que preparé en semilleros hace algunas semanas. Los intentos de este año incluyen como siempre tomates, pimientos, zucchini y calabazas. También hice algunos experimentos, uno de los cuales involucra el uso de una bolsa de compras vieja para sembrar papas. Veremos qué tal va todo. La temperatura dentro del invernadero ya está subiendo mucho en el día; incluso he tenido que sacar algunas de las plantas para evitar que el calor las dañe. Siempre puedo ponerlas adentro si las temperaturas bajan.

Mis plantas "bebés".

Algunas de las macetas ahora están afuera del invernadero.

Afuera he sembrado espinacas, colirrábano, rabanitos y zanahorias, y todos van creciendo bien. Mis arbustos de bayas también florecieron, lo que atrae muchos insectos polinizadores. 

Las flores de arándanos con un visitante. 

Las fresas también florecieron, está por verse si alcanzamos a probarlas antes de que lo hagan los pájaros.  

Con la experiencia de un par de años de jardinería, y conforme aprendo a apreciar la naturaleza, me he ido alejando cada vez más de las ideas preconcebidas de jardines "hermosos": esos que incluyen pasto como de campo de golf y pulcros espacios con ordenadas flores. Siempre me han gustado las flores silvestres, y el estudio de las plantas medicinales me ha enseñado a apreciar muchas que a menudo son consideradas malas hierbas. Esto, junto a las noticias acerca de la desaparición de los insectos, ha resultado en un jardín que es menos ordenado pero más acogedor.

En este momento el pasto está cubierto de hermosas flores de diente de león. Tengo la intención de escribir pronto un artículo sobre esta planta, que es comestible y tiene muchas propiedades medicinales. No solo nos gusta a las abejas y a mí: conozco también una pequeña perrita que devora varias al día para mantener al veterinario en la lejanía. 

Dulcinea dándose un banquete de diente de león.