Flores y abejas

Read in English.

Los últimos meses se me pasaron volando. En mi último artículo en marzo escribía sobre los semilleros que estaba preparando para sembrar afuera tan pronto lo permitiera el clima... y de un momento a otro estamos a finales de julio. Este ha sido un verano algo diferente: hemos tenido algunos días lindos, pero también bastantes días de lluvia. También han sido pocos los días del calor fuerte que se asocia con los meses de julio y agosto, y la diferencia entre las temperaturas diurnas y nocturnas ha sido más pronunciada. En verano lo normal es que los días muy calientes vengan también acompañados por noches ídem, sin embargo hasta ahora este no ha sido el caso: en la noche el termómetro baja a 15 o menos grados - algo muy agradable para dormir, pero (supongo) extraño para las plantas. 

Si bien por un lado la abundante lluvia ha hecho que todo crezca en forma casi descontrolada, por el otro lado la falta de sol ha retrasado el desarrollo de flores y frutas. Recién ayer coseché mi primer zucchini, cuando en años anteriores las plantas ya estaban produciendo en junio. Además, la humedad ha hecho que no sea un buen año para los tomates (mis tomates grandes fueron atacados por un hongo, y aunque aun estoy tratando de salvarlos no tengo muchas esperanzas). Aparte de este caso "dramático", he cosechado bastantes espinacas, zanahorias y guisantes ("bastantes" es relativo teniendo en cuenta que el espacio es reducido, pero se han dado bien).

Vainicas ("judías") moradas en formación.

Por su parte, las calabazas parecen estar felices y desarrollándose bien, y esta esquina en la que tengo 3 o 4 plantas de calabaza y otras tantas de maíz ha crecido como una jungla, y ya tiene varias calabacitas en formación.

Mi esquina mesoamericana.

Este año decidí experimentar sembrando algo nuevo: uchuvas (Physalis peruviana), una fruta que me encanta y que tiene un alto contenido de vitaminas. Si bien (como su nombre científico lo dice) no es exactamente una especie nativa del norte de Europa, hice la prueba de sembrarla en macetas; si este invierno llega temprano las moveré al invernadero o a la casa. Me alegra ver que las primeras frutas ya se están formando.

Una de las primeras uchuvas.

Otro motivo de alegría ha sido que los vecinos algunas casas hacia abajo pusieron en su jardín un par de cajas para abejas. Si bien la apicultura me parece algo fascinante (e incluso hice un curso hace años), la verdad no he querido asumir el compromiso de cuidar a una colmena (con mis dos perritos me basta como mascotas). Así que me llamó la atención ver las cajas en la casa vecina, y recién hace poco hice 2+2=4 y entendí por qué este año hay tantas abejas. Estoy muy agradecida con los vecinos por esta abundancia de polinizadores (y también me acuerdo de mis clases de Microeconomía 3 en la universidad y de las "externalidades positivas", pero eso es para otro blog...), y quien sabe, si tengo una buena cosecha quizás hasta les lleve una calabacita. 

Abejas polinizando una flor de ayote/calabaza.


Comments

Popular Posts